Desde niña, siempre he tenido la creencia de que nuestro presente es aquello que hacemos en nuestro pasado. Pensémoslo así, como la construcción de un edificio, la base son las ocurrencias del pasado que dan una forma inicial a lo que se va a ir desarrollando a lo largo de la vida. Justo hoy encontré un diario de mi abuela, en el hay distintas anotaciones y entradas que demuestran quien era ella, quien soy yo ahora. Puede que sean distintas épocas, pero la esencia es la misma, lo que me hace sentir esa cercanía del linaje familiar a través de los años.
Viernes 4 octubre, 1920
Después de incontables meses, padre por fin accedió a llevarme a la ópera. Aun ahora no tengo palabras para describí la grandiosidad de aquel teatro, la función de aquella noche fue “Die Vögel”, una obra griega que hacía poco había terminado de traducir al alemán. Definitivamente todo en la obra era perfecto, tanto los actores como el libreto expresaba ese estilo de hace cientos de años. Sin embargo, hubo un detalle que cautivó por completo mi atención, fueron los diferentes ritmos que emanaba la orquesta, cada uno era mas agudo o mas grave que el anterior. Dependiendo de la intensidad del sonido producía en mi un sentimiento diferente, era algo inigualable.
Leer esta entrada me permitió entender que mi gusto por la música fue heredado de hace bastantes años. Sorprendentemente, mi abuela y yo aprendimos a admirar cada sonido, cada nota, cada percusión generada por un instrumento, así como la magia que con ella venia. Las notas musicales se han convertido en un símbolo de pureza y esperanza que solo es reconocible tanto en mi familia, como en mí, es algo que me define quien soy.
Domingo 16 septiembre, 1923
El día de hoy estuve en la biblioteca, encontré distintos libros de bastantes géneros que llamaron mi atención, perdí la noción del tiempo entre páginas y páginas, mundos de papel y universos de tinta que me poco a poco me hicieron profundizar hacia una nueva realidad, una dimensión soñada, algo indescriptible. Los libros se convirtieron en mi puerta de escape, poco a poco fui adentrándome al mundo de la literatura y ahora cada que puedo leer cualquier tipo de texto lo hago, porque cada autor a través de sus estilos particulares y únicos hacen cada texto una experiencia nueva, un escape de mi realidad.
La literatura siempre ha sido para mi un portal que me transporta a mundos inimaginables que jamás podría describir con palabras, cada página hace que esta experiencia se vuelva una metamorfosis de realidad y fantasía. Pensar que hace tanto tiempo mi abuela también compartía mis gustos por la lectura, aun en épocas distintas, es algo que ha estado dentro de nosotros, nos apasionamos por las letras, los mundos y los personajes, las historias y los amores de 1000 libros y sus secretos.
Miércoles 9 diciembre, 1925
A escondidas de mi familia he aprendido con varios de mis vecinos un deporte llamado “Basquetbol”, dicen que es un deporte solo para hombres ¿Por qué una mujer no podría practicar ese deporte?, no es tan difícil. Cada movimiento es preciso, exacto como si toda la vida lo hubiera practicado, así solo lleve 2 meses haciéndolo. Po una vez en la vida puedo decir que herede el talento para jugar de algún familiar mío que se esmero en aprenderlo hace tantos años.
Esta entrada me causo fascinación, aun hoy me deja con intriga, quizá desde hace muchas generaciones mi familia estuvo destinada a jugar este deporte, ya que hasta hoy en día yo he jugado este deporte como si fuera un símbolo del pasado reflejado en mi presente. Una especie de señal de que soy la recolecta de distintas características que han pasado de generación en generación.
De este asombroso descubrimiento solo me queda recalcar que el pasado siempre estará en el presente mío recordándome de dónde vengo y qué ha construido mi personalidad hasta ahora. Lo que se conecta directamente con mis ancestros que venían incluso de otro continente y que lucharon hasta llegar hasta Colombia, el país donde decidieron continuar su linaje hasta que llegue yo a representar todos los acontecimientos de bastantes décadas.