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UNA INESPERADA REVELACIÓN

Había una vez una niña llamada Emma Klue Hamil, nacida en Houston, USA pero que vive en Londres con sus padres y su gata Kitty. Su mamá le había dado un bolso que era de su bisabuela y un día fue con su familia a visitar el museo británico en Londres. Cuando Emma saco su celular para tomar unas fotos, encontró algo muy particular dentro de su bolso; un bolsillo secreto que contenia una carta escondida, al parecer escrita por su bisabuelo dirigida a su bisabuela. La carta decía: “Querida Emma, hace tiempo quería contarte el origen de nuestra familia, no soy quien crees que soy, quiero encontrarme a mí mismo y que tú te encuentres a ti misma antes de decirte, no puedes saber quién eres de verdad si no te arriesgas, así que si quieres saber quién eres tú y quien soy yo sigue estas pistas:”. Emma, que tenía el mismo nombre de su bisabuela, empezó a cuestionarse quien era ella en verdad y de que pistas hablaba. Por esta razón, giro la carta y encontró una pista que decía: “Donde la torre se inclina empezó mi vida, donde mis padres llegaron escapando de una guerra que nadie quería”. Emma estaba confundida, pero emprendío su viaje a Italia donde visitó la torre de Pisa, pero no podía ir ella sola entonces se puso triste al no podía encontrar la siguiente pista.



(Ilustración por: Juan Andrés Navarro)

Cuando Emma llegó a casa, echó un vistazo a las fotos de el viaje de Italia que hizo con sus padres y vio un letrero muy pequeño cerca de la torre de Pisa. Utilizando una lupa, no pudo creer lo que veía. ¡Era la siguiente pista! El letrero que encontró tenía su apellido, decía: “GELATO HAMIL”. Tenía que ser esta la pista, no podría ser solo coincidencia que haya una heladería en Italia con el apellido de la familia de su mamá. Busco a su mamá para contarle lo que había encontrado y preguntarle si ella sabía algo de la historia de sus bisabuelos. Cuando le mostro la carta y el letrero que había encontrado, su mamá estaba muy sorprendida, pues ella no sabía que su abuelo había vivido en Italia, y según la carta su abuela tampoco lo supo. Empezaron a investigar sobre la heladería con unos amigos italianos de su mamá y descubrieron que todavía existía. Intentaron comunicarse con el dueño actual del lugar por un correo que consiguieron con los amigos de su mamá y resulto ser el nieto del hermano del bisabuelo, Geppeto. Él les conto que no había conocido a su tío abuelo pero sabia una o dos cosas de la historia familiar porque su abuelo le había dejado la heladería junto con varias cartas, una de ellas decía: “Hemos llegado a tierras seguras escapando de la muerte inminente”. Todos estaban sorprendidos. ¡Su bisabuelo y su hermano estuvieron en peligro de muerte!

Emma se empezó a preguntar de donde y por qué estaban escapando, cuando Geppeto siguió leyendo encontró una nueva clave en la parte de atrás de la carta decía: “Nuestros ancestros reales envueltos están en la base de la pirámide”. Cada vez que hallaban otra pista se sorprendían aún más. ¿Como que nuestros ancestros reales? ¿Eso que quería decir?

Al otro día volvió al museo y encontró la solución a la pista que habían encontrado anteriormente en la exposición egipcia, pues los egipcios momificaban y envolvían a los muertos de linaje real y los ponían en pirámides. Empezó a mirar la exposición y para su sorpresa, halló una lista con las ultimas familias de linaje real en Egipto. Allí se encontraba el apellido de su bisabuelo por lo que sorprendida le mostro a su mamá y ella le ayudo a preguntar en el museo si ellos conocían un experto en historia. Afortunadamente les dieron el nombre y el numero de una persona, el señor Ramin. Al día siguiente lo contactaron y le pidieron una cita para mostrarle lo que habían encontrado y a pedirle ayuda para resolver el misterio.

Se encontraron con el señor Ramin en el museo al siguiente día con un libro muy antiguo donde les mostro el listado de las familias de linaje real con el detalle de los nombres de sus miembros. En la última familia donde estaban los apellidos, observaron con sorpresa que aparecía el nombre de su bisabuelo, Tibeous. El señor Ramin también se sorprendió, porque dijo que ese era el último descendiente de esa familia pero que nunca había llegado a reinar porque su tío era el que había sido el rey. Vaya sorpresa! Ahora entendía todo lo que le había escrito a su bisabuela, “No soy quien crees que soy”. Ahora todo era muy claro, su bisabuelo Tibeous podría haber sido el rey de Egipto pero había escapado de la muerte en manos de su propio tío que se declaró rey. ¿Quién lo iba a decir? ¡Esto me hace una princesa!

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