Oda al verso

Ilustración por: Mariana Espinosa
El verso, forma de escritura más sencilla
Pero a su vez la más compleja
su dualidad es una maravilla
Al alma vacía la deja repleta
Las llamas de nuestros infiernos se apagan
Al nevar versos, convirtiéndolo en paraíso.
Relación de confianza con la pluma
Se convierte en una andanza esplendorosa
Una danza magnífica entre la espuma
La piel destila calma cuando los dedos la rozan
Inicia el frenesí de ideas, como una rosa.
Pues de lo bello de sus pétalos puede pasar
A la espina más agónica repleta de dolores
La escritura es lo único que permite aún andar
Todo pasa de blanco y negro a colores.
Es la calma a la tormenta del no presente
La lluvia tras la sequía, el suspiro al dejar ir
La campanada avisando que estás consciente
Lo que brinda la capacidad de transmitir
Lo que nos permite pensar en lo que seremos
Sin su guía al intentarlo enloqueceremos
El pretexto de la máscara más cara
A la que llamamos hoy día amor
Pues a través del verso cupido dispara
Pero a través de este también se cura el dolor.
Es el arma más poderosa del escritor
Y no abuses de acusarle de cínico
Si ni conoces o comprendes lo agotador
Que es encontrarse en este rumbo cíclico
En el cual el verso te empuja lejos
Para que te puedas acercar a ti mismo
Para que pelando con crueles reflejos
De tu catarsis puedas empezar el sismo.