ENCAJANDO
Por: Sofia Sarmiento Rojas

A veces lo más sincero, lo más real, lo más poético, es hablar de cómo estoy, no elegir un tema, no preparar algo ni para ni por, no elegir el qué ni el cómo. A veces lo más sincero, lo más real, lo más poético está justo en la punta del lápiz, en lo que he llorado esta mañana, en las noticias, en lo que tenemos al frente. Hace tiempo que no volvía por aquí, ¿que cómo estoy? Triste. Jamás hablo de eso, pero a veces estoy triste, a menudo me culpo por estarlo, me enfado por estarlo, muestro rabia conmigo, paso por encima de mí por estarlo y es que estoy triste y no quiero estarlo. Escribo en primera persona porque aún no he aprendido a resolver mis conflictos, como para hablar de los tuyos, contigo hablo de fútbol, guerra, educación, de sueños, de odio, de amor y desamor, pero siempre hablaba de mí. A veces lo más sincero, lo más real, lo más poético, es hablar de cómo estás, triste y hoy me voy a permitir estarlo. Hoy que estas triste permítete estarlo. Después de todo, no se puede cambiar el mundo todos los días desde el mismo sitio. A veces se cambia llorando, no llores más, haz algo creativo de ello me digo, y vale poco, llora el alma si quieres, que lo creativo no es solo el combate, también es un encierro voluntario, un sanarte contigo mismo. A veces lo más sincero, lo más real, lo más poético es reconocer que de vez en cuando yo también tengo miedo y con el miedo y la tristeza también se lucha, ¡y no sabes cómo se lucha!