Un incidente en un lugar lejano
ha terminado con los planes del verano.
Por huir de la muerte nos hemos encerrado
casi como si nos hubieran exiliado.
Treinta seis lunas han pasado
como rutina de enjambrado.
¿Existo? En un espacio delimitado,
aún sin esperanza de ser liberado
El silencio se ha agotado.
Solo, muy solo, nunca sin compañía,
¿El eco? en mi cabeza rugía.
La muerte que me asecha,
pero espero su llegada
para sentir por fin a alguien cerca.
2 ciclos en soledad malgastada.
El sol no entra, ya no,
no pasa el tiempo no,
¿Quién soy? y ¿Quién eres?
Me han puesto la corona
Y su peso me debilita,
Harto de la espera maldita
No sé cuántos días quedan.