Una pestilencia fatal y horrenda es lo que viven los personajes inmersos en el mundo gótico de Edgar Allan Poe al igual que nosotros en estos momentos oscuros de pandemia, soledad y aislamiento social que cada vez nos sumergen más y más en aquellos horrores que vivió el príncipe Próspero durante “ La muerte roja”, una plaga abominable y sangrienta que mataba instantáneamente a los habitantes. Sin embargo, el príncipe Próspero, alejado de la realidad inmerso en su palacio, el cual Poe describe con magistrales pinceladas su estilo gótico, los exuberantes siete salones que poseía, las decoraciones extravagantes, los lujos que se daban y hace hincapié en la forma desbocada en que se regocijaban los que allí moraban. Así como muchos viven aislados de la verdad que enfrentamos en estos momentos, en una burbuja de lujos. No vaya a ser que se rompa y caigan en un destino fatal del que no puedan escapar, como sucedió en este cuento.
El narrador omnisciente heterodiegético con focalización cero es una decisión adecuada por parte de Poe quien permite que el lector tenga una visión objetiva de los hechos pero el manejo de la segunda persona es lo que te atrapa, te envuelve en los sucesos macabros y trágicos pues el narrador te dice “Permítaseme describir los salones donde tuvo efecto” localizándote de inmediato en el lugar de los hechos. La simbología juega un papel fundamental en la historia pues las siete recámaras del palacio abominable cada una con un color diferente comenzando azul y finalizando negra explican el paso de la vida a la muerte. El cuarto azul, que es más lejano al este, representa el nacimiento. La siguiente habitación es púrpura, una combinación de azul (nacimiento) y rojo (asociado con la vida, la intensidad) sugiere los comienzos del crecimiento. Verde, el siguiente color, sugiere la "primavera" de la vida (juventud), naranja el verano y el otoño de la vida. El blanco, sugiere la edad . El Violeta (una combinación de púrpura, azul y gris) es un color oscuro, y representa la enfermedad. Finalmente, el negro es la muerte. Es interesante que ninguno de los cuartos es rojo pero esto es una elección muy minuciosa de Poe, quien reserva este color para generar campos semánticos asociados a la muerte como sangre saliendo de los poros, miedo, ventanales sangrientos. Desde el título asociamos a la muerte con el color rojo. Poe nos hace ver que no se debe jugar con la muerte pues mientras los habitantes del reino morían, el príncipe Próspero celebraba en un apoteósico baile de máscaras. Al igual que muchos mandatarios dejan morir a sus pueblos en estos tiempos tan complicados. Tarde o temprano les llegará su merecido.
“Pero en el salón de poniente, en la cámara negra, la claridad del brasero, que se reflejaba sobre las negras tapicerías a través de los cristales sangrientos, era terriblemente siniestra y prestaba a las fisonomías de los imprudentes que penetraban en ella un aspecto tan extraño, que muy pocos bailarines tenían valor para pisar su mágico recinto” el lenguaje descriptivo crea imágenes visuales tangibles que penetran la imaginación del lector. Poe crea una atmósfera lúgubre donde el espacio psicológico se torna más tenso y miedoso a lo largo de la historia. Expone la dicotomía de la vida frente a la muerte inevitable pues los invitados del príncipe Próspero no se esperaban que estarían bailando en medio de su fin. Una muerte sin escapatorias porque a sus ojos todos somos iguales, ella entra como un ladrón en medio de la noche para robarse nuestras vidas sin importar quienes seamos. Pienso que este cuento nos permite ser conscientes de que la muerte es parte de la condición humana y que estamos a su disposición en todo momento. Más ahora que esta pandemia es solo una excusa para entender que nuestro tiempo en el mundo está contado.
Finalmente nuestros miedos se materializan y Poe introduce a un figura cuyas “vestiduras estaban manchadas de sangre, y su ancha frente, así como sus demás facciones, se encontraban salpicadas con el horror escarlata” él ha logrado crear al personaje de “La Muerte Roja” que pasa de ser una plaga, una enfermedad, a ser un espectro tangible que busca la venganza, sediento de sangre de aquellos que irrespetan su poder magistral. La noche se torna terrorífica y nadie se digna a capturar a la figura horrenda, el príncipe Próspero se avalancha sobre ella para exterminarla pensando que saldría con vida de aquel encuentro. Sin embargo desfallece en medio de su cuarto negro bajo el reloj que estruendosamente simboliza el paso fugaz del tiempo, tiempo que ha terminado no solo para el príncipe sino para todos sus invitados.
La visión apocalíptica de Poe nos da pie para temer por nuestras vidas en estos momentos tan angustiantes donde salir a la calle puede representar un encuentro cara a cara con la muerte, pensamos que somos capaces de soportarlo, que estamos exentos de todo peligro pero la verdad es que el COVID 19 también se esconde detrás de una máscara y si quiere, puede invitarnos a un baile del cual no saldremos vivos.
Excelente reseña que invita a leer el cuento de Poe, cosa que haré en la primera oportunidad. ¡Gracias María Alejandra! Sigue escribiendo: lo haces muy bien.
Increíble, tiene una mirada profunda y verdadera de la realidad! Muy interesante!!