De esa masa estamos hechos, mitad indiferencia y mitad ruindad... (epígrafe, Saramago, 1998)
¿Qué pasaría si viviéramos en un mundo que no podemos ver? Esta pregunta proyecta el eje central de Ensayo sobre la ceguera, la novela de José Saramago publicada en 1995, la cual relata las experiencias de una sociedad que se ve contagiada por una ceguera blanca. El texto desarrolla la idea de la individualidad y la corrupción moral causada por el encierro, similar al aislamiento voluntario u obligatorio a raíz de la pandemia del coronavirus que se vive en la actualidad. Saramago habla sobre el egoísmo humano reflejado en los ciegos y sus actitudes tras el encierro forzado que los conduce a actuar teniendo en cuenta únicamente sus necesidades, del mismo modo como muchas personas durante esta cuarentena se han centrado en su supervivencia: desobedeciendo irresponsablemente al distanciamiento social y comprando en exceso productos alimenticios y de higiene, demostrando falta de conciencia social y empatía. Ensayo sobre la ceguera es una crítica a la degradación humana y su incapacidad de actuar moralmente en momentos de crisis.
Saramago proyecta al lector desde una focalización cero que le permite comprender los eventos de la diégesis formando así, su propio juicio con respecto al comportamiento de los personajes. Esta focalización le brinda objetividad al relato, creando un lector deductivo que va descubriendo los acontecimientos junto con el narrador. Por ejemplo, el lector tiene el acercamiento al primer hombre que se queda ciego en la mitad de la calle, “tendrá un problema mecánico, se le habrá soltado el cable del acelerador, o se le agarrotó la palanca de la caja de velocidades” (4). El uso del futuro simple de indicativo a partir de palabras como “tendrá” y “habrá” para hablar de posibles acciones, demuestra la ausencia de sesgo, de manera que el lector es quien va descubriendo lo que va aconteciendo. Esta focalización es coherente con el uso de un narrador heterodiegético omnisciente quien presenta los hechos sin juicios de valor para que el lector sea quien evalúe el grado de moralidad de los personajes.
En la obra, se manejan personajes universales que no tienen nombre sino que más bien son referidos mediante descripciones objetivas basadas en su edad, apariencia, y/u oficio como “la chica de las gafas oscuras” o “el viejo de la venda negra”, con el propósito de crear cercanía mas no apego con el lector quien debe comprender que aquella ceguera podría pasarle a cualquier persona. Uno de los personajes clave es la mujer del doctor quien era la única persona que podía ver dentro del mar de ciegos. A pesar de que se proyecte el lado brutal de la humanidad como con los ciegos que tomaron la decisión de robar y violar, la mujer del doctor, desde su etopeya fue una mujer sabia y bondadosa quien decidió usar su ventaja para el bien de los demás sin aprovecharse o buscar algo a cambio. Vivimos en una sociedad en donde es fácil dejarse llevar por el poder y olvidar la empatía y a los demás, razón por la cual la mujer del doctor sobresale por encima del egoísmo de la mayoría de los ciegos.
Ensayo sobre la ceguera refleja uno de los peores males de nuestra sociedad: la incapacidad de ver. La ceguera en esta obra es símbolo de retroceso debido a que se hace un crítica a la ceguera espiritual y social de los individuos quienes sumidos en su individualismo omiten ver que el éxito reside en la colaboración y la humildad. Esta novela refleja aspectos que vivimos a diario: en la obra, los ciegos malintencionados, aprovechan la ceguera de los demás para comer dos o más veces dejando a muchos sin comida. A raíz de la cuarentena, numerosas personas se han dejado llevar por su egoísmo y han desabastecido supermercados comprando en exceso olvidándose de que hay más personas que necesitan alimentar a sus familias. Esta incapacidad de ver los errores de una sociedad inmoral han hecho que el egoísmo y el individualismo formen parte de la cotidianidad, cuando en estos momentos de incertidumbre deberían prevalecer las buenas intenciones, la humildad, y la bondad como lo reflejó la esposa del médico a lo largo de la diégesis. No podemos volvernos ciegos a los problemas que nos conciernen globalmente. “Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que, viendo, no ven.” (243).
Me parece muy adecuada la forma en la que se centra en como la focalización cero aporta a la diégesis, pues demuestra profundamente como esta fortalece el análisis sobre la comparación entre los eventos del texto Ensayo sobre la ceguera y lo que la humanidad tuvo que atraversar hace algunos años con la propagación del COVID-19.